¿Qué es la bursitis y la tendinitis glútea?
La bursitis y tendinitis glútea son dos de las principales causas de dolor en la parte lateral de la cadera y pueden afectar la calidad de vida de quienes las padecen.
🔹 Bursitis trocantérica: Inflamación de las bursas (estructuras que reducen la fricción entre tendones y huesos) ubicadas en la región lateral de la cadera.
🔹 Tendinitis glútea (tendinopatía glútea): Inflamación o degeneración de los tendones del glúteo medio y menor, que estabilizan la cadera.
Ambas patologías pueden presentarse juntas y son una de las principales causas del síndrome de dolor pertrocantérico.
Síntomas: ¿Cómo reconocerlas?
Las personas con bursitis o tendinitis glútea suelen experimentar:
✅ Dolor en la parte lateral de la cadera, que puede irradiarse al muslo.
✅ Molestia al dormir de lado, especialmente sobre la cadera afectada.
✅ Dolor al caminar, subir escaleras o estar de pie por mucho tiempo.
✅ Sensación de debilidad en la pierna afectada.
Si estos síntomas persisten por varias semanas y afectan las actividades diarias, es importante buscar atención médica.
Causas y factores de riesgo
Existen diversas razones por las que se puede desarrollar bursitis o tendinitis glútea:
🔹 Sobrecarga o uso excesivo: Actividades repetitivas como correr, caminar largas distancias o subir escaleras pueden irritar los tendones.
🔹 Postura inadecuada: Sentarse con las piernas cruzadas o apoyarse demasiado sobre un lado del cuerpo puede generar tensión en la cadera.
🔹 Débil musculatura glútea: La falta de fuerza en los músculos de la cadera aumenta la presión en los tendones y bursas.
🔹 Edad y género: Es más frecuente en mujeres mayores de 40 años debido a cambios hormonales y pérdida de masa muscular.
🔹 Lesiones previas: Traumatismos en la cadera pueden favorecer la inflamación de los tendones y bursas.
Diagnóstico: ¿Cómo saber si tienes bursitis o tendinitis glútea?
Para un diagnóstico preciso, el médico realizará:
🔎 Evaluación clínica: Revisión de los síntomas y pruebas de movilidad.
📸 Ecografía o resonancia magnética: Para detectar inflamación en los tendones y bursas y descartar otras patologías.
Tratamiento: Cómo aliviar el dolor y recuperarse
1️⃣ Tratamiento sin cirugía
En la mayoría de los casos, la bursitis y tendinitis glútea pueden tratarse de manera conservadora, sin necesidad de cirugía:
💪 Kinesioterapia especializada
Ejercicios de fortalecimiento del glúteo medio y estabilizadores de la cadera.
Técnicas de estiramiento para mejorar la movilidad.
Corrección postural para reducir la presión sobre la cadera.
🩹 Modificación de actividades
Evitar cruzar las piernas al sentarse.
No apoyar el peso sobre una sola cadera durante mucho tiempo.
Optar por ejercicios de bajo impacto como natación o bicicleta.
💊 Uso de analgésicos y antiinflamatorios
Ibuprofeno o paracetamol pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
🧊 Terapias complementarias
Aplicación de frío en los primeros días para reducir la inflamación.
Luego, aplicación de calor para relajar la musculatura.
🔎 No se recomienda el uso de infiltraciones de rutina, ya que el alivio suele ser temporal.
2️⃣ Tratamiento quirúrgico (cuando el dolor persiste)
Si la bursitis o tendinitis no mejora con tratamiento conservador, puede ser necesario un procedimiento quirúrgico.
🔹 Cirugía endoscópica peritrocantérica:
Se realiza con pequeñas incisiones y una cámara (similar a una artroscopía).
Se eliminan las adherencias y se repara el tendón si hay una lesión significativa.
Recuperación más rápida que con una cirugía abierta.
Prevención y cuidados a largo plazo
Para evitar recaídas y mantener una cadera saludable, es importante:
✅ Mantener una buena postura al sentarse y caminar.
✅ Fortalecer los músculos glúteos con ejercicios adecuados.
✅ Evitar sobrecargar la cadera con movimientos repetitivos.
✅ Usar calzado adecuado para reducir el impacto al caminar.
Conclusión
La bursitis y tendinitis glútea son patologías comunes que pueden causar molestias significativas, pero con un tratamiento adecuado es posible aliviar el dolor y recuperar la movilidad sin necesidad de cirugía en la mayoría de los casos.
Si experimentas síntomas persistentes, consulta a un especialista para recibir un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado. ¡Unas caderas saludables permitirán una movilidad sin dolor y mejorar tu calidad de vida!